Crónica del título de un mapa
Has recopilado y depurado los datos, exprimido la información, mareado los modelos, construido las capas, y las has representado en un mapa cuidando las variables del lenguaje cartográfico. Todo ello mientras luchabas con tenacidad con varios software cartográficos. En ese momento sabes que estas muy cerca de finalizar el mapa. Con el tiempo justo lo revisas, miras nervioso el reloj, ahora llega el momento de ponerle un título. Has cuidado la tipografía posición, color, y demás variables propias del diseño cartográfico del título, en ese instante llega el turno de pensar en un título del mapa, y en ocasiones acompañarlo de un subtítulo. Un breve pensamiento te asalta: quizás no sea muy importante elegir un título, el mapa es muy claro, seguidamente tecleas un título que suele ser muy muy parecido al de la variable principal que figura en la leyenda de tu mapa. Levantas la cabeza y miras el resultado, ya has terminado el mapa, ¿o quizás no?
Quizás te sientas protagonista de esta pequeña crónica de cartógrafo, si ese así tenemos noticias, esa pequeña duda final tiene todo su sentido, tenemos que cambiar esa forma de trabajo.
Tenemos que pasar de pensar en un título para el mapa a pensar en “el título del mapa”El imperdonable destierro del título del mapa
Un síntoma que refleja que el título de un mapa no recibe habitualmente mucha atención es que en los manuales de diseño cartográfico no es frecuente que se le dedique muchos párrafos. Dos pequeñas cifras nos sacan de nuestra equivocación. El 80% de las personas sólo leen el título de los contenidos, y hay más de 240 millones de contenidos indexados como mapas en Internet.
A pesar de estos datos, a estas alturas dos pequeños “peros” nos pueden inducir todavía a obviar la importancia de las cifras anteriores.
La primera idea que podemos tener interiorizada es que “el mapa ha muerto”. A fin de cuentas, “el mapa no es más que una visualización efímera de una base de datos geográfica, o de un modelo con apenas unos segundos, a lo más unos pocos minutos, de vida”. No nos dejemos seducir por esta simplificación, el valor de la cartografía no descansa hoy en día en el mapa como producto sino en el uso de la información espacial en un contexto de economía de la atención y atracción. El cambio de soporte protagonista para los mapas tiene importantes consecuencias, es la época del mapa-imagen.
El segundo argumento más frecuente es que “este mapa en concreto que acabo de terminar no requiere de un título”. Los motivos para esta afirmación son muy variados, desde que este “mapa expone simplemente una variable fácil de identificar”, o que el “público objetivo es capaz de conocer el título por el contexto o por la familiaridad geográfica con el entorno representado”. Sin embargo esta confianza en el lector del mapa, se desvanece cuando la difusión del mapa llega a otro público distinto al que objetivo que habíamos considerado inicialmente, o el mapa es referenciado en guías o metadatos. La familiaridad inicial ya no juega a nuestro favor y el mapa tiene que ser leído por desconocidos que se mueven en terra ignota, a los que no queda más remedio que hacer el esfuerzo de averiguar de qué trata el mapa.
La paradoja de los mapas invisibles y el título de los mapas
Esta situación es paradójica. Por un lado disponemos de medios a nuestro alcance para difundir el mapa a audiencias impensables hace apenas unas decenas de año, por otro lado, tenemos potentes herramientas para facilitar la producción cartográfica. Sin embargo estos medios han provocado que los mapas parece que se están enfrentado a un era de invisibilidad, no sólo porque el mapa tiene que enfrentarse a millones de contenidos, sino que además tiene que conseguir la atención del lector.
La Economía de la atracción y la economía de la atención proporcionan la dos monedas con las que pagamos a los mapas en Internet.
La economía de la atención del mapa
Podríamos pensar que la paradoja de los mapas invisibles afecta sólo a los mapas destinados al gran público, propios de los medios de comunicación de masas, los cuales creamos para la mass media con la vocación de lograr una gran difusión en términos cuantitativos. Nada más lejos de la realidad. También los mapas que están dirigidos a un pequeño público, supongamos por ejemplo un mapa para un equipo directivo, tienen que enfrentarse a esta paradoja de la invisibilidad. Ya que aunque estos mapas cuenten con la atención inicial del lector, la enseñanza, mensaje del mapa debe perdurar. Incluso aquellos mapas que puedan parecer a primera vista más alérgicos a la necesidad de difusión en términos de cantidad de lectores, cómo puede ser los mapas de actuaciones u ordenaciones territoriales, no son ajenos a la calidad de la difusión.
La economía de la atracción del mapa
La economía de la atracción hace surgir la diferenciación, la novedad, y el valor del mapa al lector. Es la imagen de marca del mapa (branding), y tiene un gran poder para lograr la lealtad de nuestro consumidor. No se trata sólo de cuidar los aspectos estéticos o formales del mapa, sino de la función y del valor cartográfico para nuestro usuario o lector. Estas ideas son aplicables a cualquier tipo de mapa.
Sin título, el mapa pierde una oportunidad de competir en atracción y atención en un campo que trasciende al mapa como imagen, el de los textos.La baza del título del mapa abre al mapa el campo de juego del texto, tan valioso en atracción y atención en Internet. Pero no todos son buenas noticias. El título comparte destino con el mapa, y no es por lo tanto ajeno a esta paradoja de invisibilidad. También está abocado a competir con muchos otros títulos
8 razones por las que titular mapas
El título del mapa es una herramienta para mejorar la atención y atracción de los mapas y superar la paradoja de invisibilidad del contenido en Internet.
A estas alturas si estamos convenidos que debemos trabajar la atención y la atracción del mapa en Internet, sabemos que no podemos descuidar la elección y redacción del título del mapa. De buscar un título pasaremos a buscar el título. Sobre todo si recordamos que el 80% de nuestros lectores no pasa del título del mapa.
Pero en este entorno de atención, atracción, ¿Que nos aporta el título del mapa? ¿Por qué es interesante titular un mapa? Vamos a exponer algunas ideas para convencernos de la potencia del título del mapa.
- El título del mapa crea una relación con el lector. Por este motivo debemos preguntarnos qué tipo de lector tenemos y queremos tener, y sobre todo cómo queremos que sea nuestra relación con él, que imagen o connotaciones queremos trasmitir con el mapa y de nosotros. El título es el primer saludo y puede marcar el tipo de relación que se establece con el lector, debe guardar sintonía con el mapa. Hay títulos de mapas serios, divertidos, desenfadados, o sobrios entre otros. El título de mapa está sujeto al estudio del registro lingüístico en él que va a usarse el mapa.
- El título del mapa es el puerto donde finaliza la producción. El título del mapa es el envoltorio del producto cartográfico. El empaquetado final será lo primero que vea o recuerde el lector del mapa. De poco sirven los esfuerzos por lograr un gran mapa si descuidamos el título, y no le prestamos los recursos suficientes para elegirlo adecuadamente.
- El título del mapa es el nuevo comercial de tu mapa. El título te puede abrir o cerrar puertas. Es la oportunidad de presentar el mapa, lograr o fidelizar un lector.
- El título del mapa es un puente entre la promoción y la distribución. El título del mapa puede utilizarse en la promoción del mapa en distintos canales de distribución. El título ayuda a orientar la promoción en esos canales canales de distribución.
- El título del mapa es el moderno rey de armas. El rey de armas era el oficial en la edad media encargado, entre otras tareas, de registrar blasones y advertir sobre las hazañas dando testimonio de ellas. El título del mapa realiza una función similar en SEO, de ahí la analogía, permite registrar el mapa en bases de datos, guías, robots, metadatos, y aventurar su utilidad al lector.
- El título del mapa permite compartir sin invertir en promoción. La capacidad del lector del redistribuir el mapa y las facilidades que ofrece el título para servir de puente entra la distribución y la promoción lo convirtieren en el mejor anuncio o noticia referente al propio mapa que podamos hacer.
- El título del mapa es una oportunidad de alcanzar la función del mapa. Si elk mapa tiene una función el título es un magnifico elemento para reiterar cual es esa llamada a la acción del mapa.
- El título del mapa es un potente curador. El mapa no es sólo de uso personal, el conocimiento o la información que genera se comparte por el lector con otros. El lector del mapa tiene la capacidad de influir en otros.
¿Cómo titulo el mapa?
Vale, estamos ya convencidos de la importancia y utilidad de lograr un buen título para nuestro mapa. Pero ¿Por donde comenzamos esta tarea? La respuesta es determinando la misión y visión del mapa.
Con ambos elementos definidos podemos valorar si es necesario desarrollar “El título del mapa” y abandonar el esquema más o menos automático de poner un título tipo leyenda al mapa.
Este post ya es muy largo así que en posteriores notas seguiremos avanzado sobre el tema: cómo titular un mapa
Nota
A este fenómeno le he denominado la paradoja de los mapas invisibles, a la que he dedicado un pequeño libro de “Mapas invisibles” y que recoge algunas de estas ideas iniciales que he trabajado en este blog cartográfico durante los primeros años de vida de este pequeño cuaderno de ideas y notas rápidas cartográficas que es orbemapa.com