Smart city y spillover
Resumiendo mucho se puede definir el spillover como un tipo de externalidad. En la esfera de lo Smart el spillover ha sido la causa de la aparición de lo smart. El desbordamiento del conocimiento que ha generado lo geo-smart ha sido posible gracias la madurez y especialización científica, técnica, y tecnológica en las que la electrónica y la geomática, en su más amplio sentido, son dos de las grandes protagonistas.
Las ciudades inteligentes (Smart city) y las redes inteligentes (Smart grid) son palabras con las que uno se encuentra de manera recurrente durante los últimos meses en los medios de comunicación especializados en geomática y también en los medios generalistas.
No vamos a entrar en el debate sobre la necesidad de la smart city y la smart grid porque los datos de crecimiento urbano a nivel mundial y los indicadores urbanos son claros y ahuyentan cualquier incertidumbre sobre su necesidad.Tampoco vamos a revisar el concepto de los territorios inteligentes, que da para mucho.
Para introducir la idea de ciudad inteligente baste decir que es un combinado al que conviene aproximarse desde la geografía urbana y que tiene mucho sabor de sociedad red, sociedad líquida, sociología de ausencias y de emergencias, proyecto ciudad, marketing territorial, urbanismo, sostenibilidad, tecnologías de la información, infraestructuras de datos espaciales, sistemas de información geográfica, sensores, ecosistemas de innovación, neoterritorios, neogeografía, internet de las cosas, políticas públicas, comunicación, y sistemas inteligentes entre otros.
La ciudad inteligente es una fábrica de datos geográficos
Definiciones de ciudad inteligente
Un concepto tan integrador y sugerente siempre tiene algo de esquivo a la hora de definirlo y provoca una multitud de definiciones, desde las más proactivas como la ofrecida por Caraliu et al (2009)
una ciudad sólo puede considerarse inteligente “cuando invierte en capital humano, social, en infraestructuras tradicionales, y de comunicación para lograr un crecimiento económico sostenible que permite una alta calidad de vida y una gestión racional de los recursos a través de una gobernanza participativa”
hasta las más reduccionistas que destacan la piel digital de las ciudades como la propuesta por Hall (2000).
La centralidad del concepto de ciudad inteligente está la ciudad del futuro, en la que concurre la seguridad ambiental y la eficiencia en el diseño, y operación de las estructuras ya sea para la energía , el agua , el transporte entre otras están diseñadas, construidas y mantenidas haciendo uso de avanzadas , materiales integrados , sensores , la electrónica, y redes que se interconectan con los sistemas informatizados que constan de bases de datos, seguimiento y algoritmos de toma de decisiones y las buenas decisiones aumentan la calidad de vida”
.
para llegar a posturas más integradoras como la ofrecida en la «rueda de las smart city » de Cohen que va más allá del concepto smart de gestión optimizada basada en datos y que se puede resumir a las vistas de los indicadores del g´rfico adjunto que lo smart es «calidad de vida».
El contagio de lo Smart: La viralidad de los agentes transmisores
Uno de los fenómenos más llamativo ha sido observar el efecto de contagio del término “smart”. Seguro que conocen más de un ejemplo. Estamos asistiendo a una entusiasta utilización del adjetivo “inteligente” aplicado para calificar el diseño, la construcción, la operación , la gestión y la administración, eficiente y sostenible, de prácticamente cualquier estructura que nos rodea.
¿Por qué lo smart es cool?
La difusión se ha producido en un modelo en espiral en la que Cohen distingue tres generaciones que se van sucediendo en la Smart city según va madurando el proceso de implantación.
En la primera fase es la industria geoespacial, la principal impulsora
En la segunda fase son los agentes receptores, usuarios de lo smart, los embajadores que empujan la difusión de esta geo-gestión
en la tercera fase la propia ciudadanía y los medios de comunicación son los que tiran de la implantación.
La creación de masa crítica necesaria para la divulgación la sociedad se logra gracias a los miembros de las geocomunidades creadas entorno a lo smart. Ellos son los agentes transmisores de lo Smart. La progresiva incorporación de miembros en estas geo-comunidades inteligentes y el nacimiento de muchas de estas comunidades son los dos vectores que han favorecido la rápida difusión en un modelo que se asemeja al arquetipo de diplomacia veneciana.
El éxito de este modelo distribuido de difusión de lo smart no es tecnológico, nace de compartir dos ideas básicas: Buenos mapas te permiten tomar buenas decisiones. Y las buenas decisiones deben aumentar la calidad de vida
La concentración de recursos movilizados entorno las ciudades inteligente también ha favorecido el nacimiento de contactos y enlaces entre los agentes integrantes de las comunidades inteligentes. Este carácter trasversal ha favorecido la extensión de su práctica hacia otros sectores. Esta puesta en común de un mercado nuevo y viejo a la vez, produce un contagio de lo Smart que se traslada del ámbito interno de las organizaciones al externo de otros contextos.
El spillover es la génesis de lo smart
La colaboración entre ambas ha generado el objeto de la trasferencia: un producto geoespacial nuevo de alto contenido tecnológico y científico. A su vez Los sistemas de Información Geográfica, y sobre todo la experiencia acumulada alrededor de las Infraestructuras de Datos Espaciales han sido los medios y mecanismos del spillover cuyos destinatarios se enfrenta a un entorno donde es necesario geolocalizar la gestión de forma eficiente.
Lo smart genera spillover
La explotación del spillover que hacen las geocomunidades creadas entorno lo geo-smart genera vínculos, acuerdos y transferencia de conocimiento. Estas actividades no sólo estimulan la asociación o la creación de estándares, como los recientemente aprobados en España por AENOR para las ciudades inteligentes, sino también la creación de nuevas externalidades como hemos podido observar ya en las Infraestructuras de Datos Espaciales.
A modo de resumen en esta nota planteamos la siguiente idea:
Lo Geo-Smart ha sido causado por un spillover . Su difusión crea a su vez otro spillover formando un contínuo de producción y consumo de datos espaciales, donde la generación de valor es el flujo que lo mantiene activo .