Todavía no disponemos de series estadísticas detalladas y completas que nos ofrezcan datos sobre el consumo de datos geográficos en la web. Sin ellas es imposible responder a preguntas tan triviales como ¿cuales son los contenidos más demandados?, ¿para qué se usan? y mucho menos que segmenten este información por países o edades.
Tampoco disponemos de datos que nos informen sobre cuales son los contenidos más generados por lo usuarios,a si que cuantificar una agenda cartográfica es una misión casi imposible.
Ante este panorama ¿Es hora de crear un observatorio de la producción y consumo de datos geográficos?
En España disponemos de los datos ofrecidos por AIMC, en la 10ª encuesta a usuarios de Internet. En ella se aprecia que en la actualidad la búsqueda en mapas o callejeros es al 3ª actividad mas practicada, cerca de 3 de cada 4 personas (74%) que se conectan a Internet la realizan.
Los datos históricos disponibles sólo se remontan hasta al año 2004. En la serie que ilustra esta gráfica (con todas las reservas estadísticas del mundo por la escasez de la serie) se aprecia una asídota que parece barruntar un estancamiento en el consumo .
Recientemente Agata losantos realizó una entrevista a Ed Parsosn para la revista If … .
Como responsable del contenido geográfico de Google earth y Google maps fue pregutando sobre ¿Cómo se puede hacer llegar los SIG a un mayor número de usuarios?.
Su respuesta, toda una contudente estrategia, Conseguir más información geográfica como primer paso necesario para ofrecerla justo a tiempo, en el lugar adecuado y de forma automática. (casi nada)
Tags Technorati: consumo, datos espaciales, estadisticas
Hola Angel
lamento no haber podido haber podido seguir antes el hilo que has empezado.
El debate y la polémica suscitada por la neogeografía lo resumen muy bien Daniel Sui en una pregunta ¿estamos antes una Esperanza para la geografía o una exageración o bombo publicitario sin utilidad ?.
Ante el re-descubrimiento de la geografía por la sociedad algunos sectores plantean el reto de integrar ambas perspectivas otros se enrocan en su peligrosidad.
Quizás el debate sea banal, creo que hay tantas «cosas » para cartografiar y analizar que hay mapas y espacios y sobre todo destinos o usos de la cartografía para todos los públicos, al igual que pasa con la literatura, el cine, la televisión o cualquier otro medio de comunicación.
¿Qué hay de malo en que todo el mundo sepa leer y escribir mapas?, la mayoría escribirán en sus mapas cuestiones cotidianas (como la lista de la compra o una carta a un familiar lejano) y los menos se especializarán y crearán obras de arte, la cartografía no es diferente.
Percibo que la cuestión de fondo es más grave, nos pone en el brete de dos tareas pendientes de realizar como sociedad: no disponemos cartografía temática de calidad y debemos formar un juicio critico del dato espacial.
Es evidente que se ha obviado y descuidado la producción de una cartografía temática que ahora se torna necesaria , incluso desde una perspectiva normativa, y empiezan las prisas, los trabajos precipitados o incluso en algunos extremos la sustitución de la labor profesional por la aficionada.
En cuanto a la formación de un juicio critico hay mucha tarea por realizar, todavía tenemos un poco de analfabetos cartográficos, tengo la percepción de que todavía somos manipulables ante la fuerza y el poder de la imagen de un mapa.
Es en esta intersección temática entre la labor aficionada y la profesional es donde se producen interesante cuestiones y nichos de mercado como la vigilancia cartográfica, el crowdsourcing y sensores web y otras fenómenos cuanto menos interesantes.
Yo cambiaría un poco las cuestiones y algunas respuestas:
¿Es hora de crear un observatorio de la producción y consumo de datos geográficos?
No. Es hora de generar datos geográficos de calidad certificada, no el cacao maravillao que tenemos ahora. La información geográfica disponible, si eliminamos la procedente de los EE.UU. cuya política de datos libres deberíamos copiar, es mala o cara. En cualquier caso, los metadatos de calidad son inexistentes.
¿Cómo se puede hacer llegar los SIG a un mayor número de usuarios?
La cantidad no debe ser un objetivo sino la calidad de los usuarios y de la información. A mi no me parece que la cosa vaya mejor porque la gente use mapas en el GPS del coche. Es un uso banal de la información, interesante como negocio pero intrascendente en cuanto a la «calidad del uso» y a la percepción social de este tipo de información.
Pero es sólo mi percepción, claro.
Saludos