La agenda cartográfica continúa navegando a un ritmo vertiginoso. Para hacerse una idea basta con seguir los «post» de los geoblogs , que nos muestran, en imágenes, la proliferación de cartografías que exploran nuevos paisajes sobre viejos territorios.
Hoy le toca el turno a la cartografía del conocimiento. Un paisaje epistémico es la distribución espacial de los activos de conocimiento dentro de una región predefinida (Evers, 2008). Para estudiar estos paisajes se utilizan los denominados mapas de conocimiento.
Un mapa de conocimiento es la representación cartográfica de la información y las relaciones que se dan cita en los procesos de comunicación eficiente y aprendizaje de conocimientos. (Meusburger, 2000). La creación de mapas de conocimiento es ya una herramienta estándar de gestión del conocimiento en las organizaciones, permiten considerar de forma simultánea múltiples agentes del conocimiento y niveles de detalle.
¿Para qué sirven estos mapas?
En su forma más simple, los mapas de conocimiento sirven como guías para determinar el tipo de conocimiento que posee una organización, grupo, región o país tanto dentro como fuera de su área territorial.
Estos mapas sirven como localizadores tanto de ese conocimiento, como de los agentes que poseen conocimientos en particular. Es en cierta medida un mapa de recursos, ofrece una descripción visual de los conocimientos a disposición de la organización (Evers et al, 2009).
La propuesta desde este blog consiste en que elaborar una cartografía de este estilo implica confeccionar no mapa único sino un conjunto de ellos. Cada uno esta encargado de explorar una faceta de este paisaje.De forma somera vamos a lanzar unas pautas para su debate.
Mapa de Composición. Este mapa refleja la situación de los nodos y su tamaño. Un nodo es un agente o conjunto de agentes productores de conocimiento. No se trata sólo de definir su ubicación en el espacio sino también su tamaño y forma. El tamaño puede ser medido con distintos indicadores: puede ser cuantificado en términos del número y elementos que lo forman, o mediante la medición del nivel de su actividad o producción (publicaciones, transferencia, etc…). Un ejemplo que ilustra esta clase de mapas es la fotografía que encabeza esta entrada. La forma puede medirse mediante los indicadores habituales utilizados para describir a los gruos de investigación.
Mapa de Configuración. Este mapa nos enseña la relaciones que existen entre los nodos. La lectura de estos mapas responde a la cuestión básica de cuáles son las conexiones que se dan cita entre los nodos o centros de producción, y en última instancia, nos permiten concluir sobre qué tipo de redes construyen.
Mapa de Funcionalidad. Este mapa nos muestra la eficacia de la actividad de producción del conocimiento, ¿Qué éxito tiene cada red de innovación o un conjunto de ellas?. Para responder a esta pregunta hemos de tener presente que esta clase de mapas no trata de medir la cantidad de producción sino su calidad. Esta calidad se concreta en la relevancia o el éxito de la misma, es decir, su impacto. El impacto es bidimensional. Por un lado retroalimenta a la propia investigación, lo que podemos apreciar según el número de veces que el artículo es citado, por otro lado tiene una repercusión en la sociedad frecuentemente evaluada en términos de productividad, ¿con qué variables o indicadores podemos medir el éxito?.
Mapa de Cambio. Aunque el tiempo es una magnitud de menor importancia en estos paisajes, debido a la celeridad del cambio , es interesante observar si existe evolucion o cambios en este paisaje? ¿qué varía en su composición, configuración y en qué medida afecta esto a la funcionalidad?.
La construcción de este elenco de mapas, cuya construcción se inspira en la teoría de ecología del paisaje, tropieza -como casi siempre- con la disponibilidad de datos y con la nada trivial selección adecuada de las variables e indicadores a cartografiar.
Una vez construida esta radiografía comienza la segunda fase la construcción de una geográfica epistémica. Su tarea es una carrera de retos que busca: correlaciones, descripciones y en última instancia debe ser capaz de realizar predicciones sobre los patrones asociados a los territorios del conocimiento.
La cuestión de fondo de todo este trabajo cartográfico y geográfico es si estos análisis, son capaces de fomentar o incrementar la innovación y cual es el retorno que nos ofrece diseñar redes para la innovación.
Para leer más
Mapas epistémicos vía vectorone
Entrevista a Ricardo Alía
Conferencia magistral Ricardo Alía (en breve estará disponible, consultar este enlace)
Fuente foto
Descargar mapa
Otros post relacionados de este blog realcionados son los relativos al número de investigadores en España por habitante, incialmente elborados para ilustrar los mdosos de visualización clásica de datos espaciales.
Hoy le toca el turno a la cartografía del conocimiento. Un paisaje epistémico es la distribución espacial de los activos de conocimiento dentro de una región predefinida (Evers, 2008). Para estudiar estos paisajes se utilizan los denominados mapas de conocimiento.
Un mapa de conocimiento es la representación cartográfica de la información y las relaciones que se dan cita en los procesos de comunicación eficiente y aprendizaje de conocimientos. (Meusburger, 2000). La creación de mapas de conocimiento es ya una herramienta estándar de gestión del conocimiento en las organizaciones, permiten considerar de forma simultánea múltiples agentes del conocimiento y niveles de detalle.
¿Para qué sirven estos mapas?
En su forma más simple, los mapas de conocimiento sirven como guías para determinar el tipo de conocimiento que posee una organización, grupo, región o país tanto dentro como fuera de su área territorial.
Estos mapas sirven como localizadores tanto de ese conocimiento, como de los agentes que poseen conocimientos en particular. Es en cierta medida un mapa de recursos, ofrece una descripción visual de los conocimientos a disposición de la organización (Evers et al, 2009).
La propuesta desde este blog consiste en que elaborar una cartografía de este estilo implica confeccionar no mapa único sino un conjunto de ellos. Cada uno esta encargado de explorar una faceta de este paisaje.De forma somera vamos a lanzar unas pautas para su debate.
Mapa de Composición. Este mapa refleja la situación de los nodos y su tamaño. Un nodo es un agente o conjunto de agentes productores de conocimiento. No se trata sólo de definir su ubicación en el espacio sino también su tamaño y forma. El tamaño puede ser medido con distintos indicadores: puede ser cuantificado en términos del número y elementos que lo forman, o mediante la medición del nivel de su actividad o producción (publicaciones, transferencia, etc…). Un ejemplo que ilustra esta clase de mapas es la fotografía que encabeza esta entrada. La forma puede medirse mediante los indicadores habituales utilizados para describir a los gruos de investigación.
Mapa de Configuración. Este mapa nos enseña la relaciones que existen entre los nodos. La lectura de estos mapas responde a la cuestión básica de cuáles son las conexiones que se dan cita entre los nodos o centros de producción, y en última instancia, nos permiten concluir sobre qué tipo de redes construyen.
Mapa de Funcionalidad. Este mapa nos muestra la eficacia de la actividad de producción del conocimiento, ¿Qué éxito tiene cada red de innovación o un conjunto de ellas?. Para responder a esta pregunta hemos de tener presente que esta clase de mapas no trata de medir la cantidad de producción sino su calidad. Esta calidad se concreta en la relevancia o el éxito de la misma, es decir, su impacto. El impacto es bidimensional. Por un lado retroalimenta a la propia investigación, lo que podemos apreciar según el número de veces que el artículo es citado, por otro lado tiene una repercusión en la sociedad frecuentemente evaluada en términos de productividad, ¿con qué variables o indicadores podemos medir el éxito?.
Mapa de Cambio. Aunque el tiempo es una magnitud de menor importancia en estos paisajes, debido a la celeridad del cambio , es interesante observar si existe evolucion o cambios en este paisaje? ¿qué varía en su composición, configuración y en qué medida afecta esto a la funcionalidad?.
La construcción de este elenco de mapas, cuya construcción se inspira en la teoría de ecología del paisaje, tropieza -como casi siempre- con la disponibilidad de datos y con la nada trivial selección adecuada de las variables e indicadores a cartografiar.
Una vez construida esta radiografía comienza la segunda fase la construcción de una geográfica epistémica. Su tarea es una carrera de retos que busca: correlaciones, descripciones y en última instancia debe ser capaz de realizar predicciones sobre los patrones asociados a los territorios del conocimiento.
La cuestión de fondo de todo este trabajo cartográfico y geográfico es si estos análisis, son capaces de fomentar o incrementar la innovación y cual es el retorno que nos ofrece diseñar redes para la innovación.
Para leer más
Mapas epistémicos vía vectorone
Entrevista a Ricardo Alía
Conferencia magistral Ricardo Alía (en breve estará disponible, consultar este enlace)
Fuente foto
Descargar mapa
Otros post relacionados de este blog realcionados son los relativos al número de investigadores en España por habitante, incialmente elborados para ilustrar los mdosos de visualización clásica de datos espaciales.
Cap 0. La introducción
Cap 1. Construyendo indicadores
Cap 2. Gasto por habitante
Cap 3. Numero de investigadores
Cap 4. Comparar índices
Nota. Debido a un fallo durante el día de ayer se publicaron dos borradores de estas notas, disculpen las molestias.