Si algun día teneis oportunidad de visitar la sala de los mapas de los museos vaticanos os llevareís una gran sorpresa.
En primer lugar porque no estará tan vacía como la foto que ilustra este post, y en segundo lugar por que apreciareis que estais dentro de un SIG, en el que sois más pequeños que la base de datos espacial.
El tamaño es poco habitual pero eso si muy práctico para apreciar los detalles y plantear, discutir y resolver las cuestiones que se planteen.
El unico problema del sistema es que que las vistas son fijas, pero eso se arrregla con un poco más de pared. Desde luego es un auténtico centro de control donde distancias y los principales datos de las ciudades están disponibles.
A la belleza de los mapas hay que sumar la exactitud de los datos recogidos.
Ante este magnífico y bello ejemplo de la utilidad de los SIG desde una perspectiva histórica, surgen algunas cuestiones. Hoy planteo sólo una de ellas:
¿por qué la gente fotografía el techo y los guías pasan de largo?
Hola, queria invitarte a que agregues tu blog a espainfo.es
es un directorio de webs y nos gustaría que estuvieras.
saludos
Diego