Los mapas turísticos tradicionales
Los mapas turísticos que podemos conseguir en la oficina de turismo de cualquier ciudad tienen características conocidas por todos. Algunas de ellas son casi signo distintivo de este tipo de cartografía, hasta el punto de casi definir un estándar consuetudinario formado por: callejeros con monumentos destacados mediante el uso del color, etiquetado detallado, sistemas de cuadrículas para ayuda en la localización, leyendas con la iconografía de los distintos puntos de interés, y directorios con información auxiliar. El producto elaborado con estas especificaciones suele ser impecable. Sin embargo si nos fijamos en algún grupo de turistas es frecuente observar a alguno que no está con el mapa en una mano y el teléfono móvil en la otra. El motivo suele ser simple: el turista está consultando datos espaciales que amplían la información y la funcionalidad ofrecida en el mapa turístico. La geo web semántica es una necesidad.
El factor molestia
No conozco ningún estudio que haya encuestado a estos turistas, sean usuarios del móvil o de las tabletas, y les haya preguntado qué aplicaciones están consultado, pero casi con seguridad manifestarán que es una molestia tener que ir saltando de una app a otra para satisfacer sus necesidades de geolocalzación, mientras hacen turismo, y funden la batería del móvil en apenas unas horas.
Este “factor de molestia”, tan propio del vocabulario del pensamiento cartográfico «lean», puede ser la base para conocer que desean experimentar los usuarios de los mapas turísticos. ¿QUÉ tipo de datos espaciales necesitan? y ¿Qué funcionalidad requieren sobre la información? Es decir ¿Donde se encuentra el valor en la cartografía para el turista?
La experiencia de la geolocalización en el turismo
No es posible definir en qué consiste una experiencia cartográfica turística sin molestias y satisfactoria sin realizar una investigación de mercado, pero a modo de hipótesis, y en modo beta, vamos a proponer desde este blog una lista con algunas de ellas.
Localización. Al fin y al cabo una de las ocupaciones principales del turista es saber dónde está.
Navegación. La segunda actividad más demandada es cómo llegar al sitio que se desea visitar. Además es recomendable que la funcionalidad de la navegación sea multitransporte y con condicionado horario e Hipermedia, con códigos QR por ejemplo.
Personalización de las capas de información. En cada momento se puede necesitar capas cartográficas distintas. Alojamiento o restauración entre otras
Configuración de idiomas
Rutas, rutas y más rutas. Por qué el mismo espacio alberga muchos lugares
Reconocimiento de voz. Estamos en exteriores donde las pantallas y el sol no son buenos amigos.
Realidad aumentada o códigos QR que identifiquen y cuenten lo que estás viendo.
Gestionar reservas en hoteles y restaurantes
Conocer y compartir la opinión de otros turistas sobre servicios turísticos como hoteles, restaurantes
Saber dónde se encuentran los puntos de interés más cercanos, su horario, como contactar y llegar a ellos
Conocer y gestionar actividades y ofertas de ocio.
Compartir contenido en redes sociales
Hibridación online y offline en el espacio físico.
Mapas en papel con conectividad web que permitan el acceso a información web
Casi todas las que acabamos de enumerar ya están cubiertas por webs, redes sociales, o apps. Seguro que la mente de muchos han acudido algunos nombres como google maps, Here, Foursquare, Trip advisor, booking, Wikipedia entre otros muchos, más las desarrolladas por las propias ciudades o por los sectores más dinámicos de la misma. Sin embargo el factor molestia perdura. La información está dispersa y lo que es peor habitualmente aislada, sin que exista comunicación e interoperabilidad entre ellas, por lo que hay que tener abiertas varias aplicaciones e ir saltando de servicio en servicio, con el riesgo de consultar información desactualizada, y con una buena dosis de paciencia.
El valor de los mapas turísticos
Quizás estemos ante la necesidad de disponer de Infraestructuras de Datos Espaciales especializadas en servicios turísiticos o bien estemos ante el nacimiento de un tipo de producto cartográfico bien distinto como el mapa inteligente (smart map)
Tecnología, contenido e integración parece que son el motor para lograr el valor de los datos espaciales que demandan los turistas a la cartografía y a la información turística. La producción de valor no puede ser un esfuerzo aislado de un ente, organismo o empresa. El camino que nos han enseñado las IDEs muestra la necesidad de crear geocomunidades que gestionen, organicen y lleguen acuerdos para mantener este flujo de datos, y obtener además la opinión de los usuarios para mantener y aumentar el valor asociado al dato espacial.
Los Geo-micromomentos
Quizás lo más interesante sea preguntarnos ¿Por qué hacerlo?, ¿Dónde está el beneficio?. La respuesta es simple. Estamos ante lo que Think with google denominó un micromomento. En esos momentos breves de tiempo los usuarios buscan información en el móvil para realizar una tarea específica, “hacer, comprar , ir, o saber algo”. Identificar estos micromomentos y ser capaces de ofrecer valor en ellos puede ser la clave para lograr una diferenciación y excelencia turística. Esta oportunidad parece interesante de poner en marcha en el tercer pa´is más visitado del mundo, ya que cómo afirmaba un artículo hace unos días el turismo en España necesita más que sol y playa.
El marketing de ciudades o el marketing de lugares tan en boga hoy en día, debe utilizar esta nueva forma de consumo de datos espaciales. La razón es simple, por definición los micromomentos son escasos y valiosos por las altas expectativas y receptividad que tiene el consumidor de datos. Tenemos su atención.
Los Geo-micromomentos turísticos no sólo son útiles para diferenciar la imagen de marca de la ciudad o del territorio, sino también para incentivar un «call to action«.
Pero no debemos quedarnos solamente con la idea de que existe un nuevo beneficio. También hay que replantearse el modelo de financiación que debe adaptarse a estos nuevos tiempos. Para ello los indicadores de éxito, o el ROI asociado a este tipo de inversiones está obligado a evolucionar debido al gran número e importancia de las externalidades que ofrecen los datos espaciales.