A la hora de explicar la actual producción cultural, de hecho, muchas explicaciones tradicionales no funcionan. Muchos de los mapas e instrumentos que usábamos para situarnos y actuar en aquella realidad social, política o cultural, ya no coinciden con dicha realidad. Muchos signos ya carecen de referentes; hay cosas para las cuales todavía ni siquiera hemos encontrado nombres. No sólo carecemos de una imagen de la realidad sino que tampoco sabemos bien cómo representarla. Esto desorienta y produce ansiedades; nos convertimos en extranjeros de nuestro propio mundo, mirando el mapa de una ciudad que ya no es la que el dibujo pronostica. La situación se agrava en cuanto además sabemos que estos cambios son los que siguen a una derrota, a una imposición. Sobreviene entonces un sentimiento de angustia y de post-modernidad.
El crecimiento de la información espacial es indudable, cada día disponemos de una mayor cantidad de datos espaciales. La where 2.0 ha facilitado el contexto adecuado para que los lectores de mapas sean ahora creadores. Gestionar, analizar y extraer de este conjunto de datos conclusiones y relaciones útiles e ideas fuerza para la toma de decisiones se torna más complejo.
En este entorno el papel de los cartógrafos se dirige no tanto a compartir y competir con los usuarios en la producción de mapas realistas del entorno, o en el registro de acontecimientos sobre el territorio, sino a su interpretación. Empleando como símil la historia de la pintura se abandona el movimiento del naturalismo, la fotografía, para adentrarse en representaciones más impresionistas, basadas en modelos, donde visualizar la identidad geográfica no es lo principal.
El papel del cartógrafo evoluciona, se le ofrece la oportunidad de convertirse en broker espacial, analista del conocimiento sobre el territorio. Cuya misión principal es extraer de la información disponible sobre la realidad, relaciones y fenómenos ocultos a simple vista.
La espacialización NO ES GEO-ETIQUETAR (GEO-TODO).
Consiste en la aplicación de técnicas y métodos cartográficos a datos no geográficos con el fin de reducir su dimensionalidad, facilitar su comunicación e incrementar la eficacia de su percepción.