El ave lira es una imitadora sorprendente, no sólo es capaz de reproducir el canto de otras especies sino que incluye en su repertorio sonidos tan inusuales en un ave como cámaras fotográficas, alarmas, o motosierras están en su rico repertorio de cantos para atraer a sus potenciales compañeras.
El ave lira no trata de ser original, utiliza su capacidad -de reproducir magistralmente los sonidos de su entorno- para conseguir su propósito de llamar la atención, ser visto y conocido.
En cartografía determinados estilos de mapas han sido imitados hasta la saciedad, por su diseño o por su temática, convirtiéndose en auténticos mapas lira. Los mapas lira hacen valer la célebre cita de «No hay nada que tenga más éxito que el éxito» y su corolario «nada es tan contagioso como el fracaso».