Una de las imágenes pictóricas más famosas y reproducidas en el mundo cartográfico es la pintura el geógrafo creada por el artista holandés Johannes Vermeer en 1669.
Más allá de la evaluación crítica del geógrafo, del análisis de los elementos compositivos de esta obra, de sus valores pictóricos, del misterio sobre la identidad del modelo, o el debate sobre el papel inspirador del Fausto de Rembrandt o el estudiante en su estudio de Nicolaes Maes, el geógrafo lleva camino de convertirse en un icono de la cartografía. ¿Por qué?
En esta nota proponernos una explicación de este valor iconográfico, que tiene su raíces en el momento histórico en el que fue creado y en la posición de la figura. Ambos elementos se interrelacionan y construyen una hiperrealidad diga de cualquier anuncio publicitario de nuestros días.
Su aportación a la historia de la cartografía reside en dos cuestiones: en primer lugar describe el trabajo cartográfico propio de una época dorada para la cartografía, mediante la detallada exhibición de los objetos y tecnología habituales en ese periodo, presenta lo que hoy se denominaría un “geek cartográfico”. En segundo lugar porque permite conocer el contexto social asociado la producción de mapas de ese momento. Algunos de esos rasgos son la creación de talleres que desarrollaron una próspera cartografía comercial, reconocimiento social del trabajo cartográfico y de su producto el mapa, asociado a la labor científica y técnica, e influencia de una profesión en una sociedad en rápido desarrollo,
La popularidad del geógrafo de Vermeer, en el mundo de los mapas, trascienden la historia de la cartográfica y la pintura de los países bajos en el s XVII. La construcción de la hiperrealidad del cartógrafo, culmina con la energía que transmite la postura del geógrafo en esta obra. Para algunos críticos captura un momento de revelación o inspiración de mirada pensativa a través de la ventana más allá del mapa y para otros resulta inquietante y misteriosa, ya que en realidad no se sabe cuál es el motivo de la escena, excepto que se trata de un científico que Vermeer nos presenta realizando una actividad concreta, de tal manera que no se presentan como figura alegórica, sino en el marco de lo cotidiano.
Aunque el geógrafo (53 x 46.6 cm) se expone habitualmente en el museo Städel, actualmente puede contemplarse en España hasta el día 23 de enero de2011 en el museo Guggenheim de Bilbao. El geógrafo se exhibe dentro de la exposición patrocinada por la fundación BBVA: La Edad de Oro de la pintura holandesa y flamenca del Städel Museum, una magnífica selección de 130 obras creadas por maestros holandeses y flamencos que compone una colección única de la denominada Edad de Oro de la pintura holandesa y flamenca del siglo XVII, la época de mayor hegemonía neerlandesa en las artes, las ciencias y el comercio. El catálogo proviene del Städel Museum de Frankfurt.
Dos pequeño pasatiempos:
- ¿Dónde está la firma de Vermeer en la pintura?
- ¿Qué carta se muestra en la pared del estudio?