Economía del dato espacial
Los datos espaciales han irrumpido con fuerza en las agendas de gran parte de la sociedad lo que ha provocado la aparición de numerosos fenómenos, controversias y la aplicación de nuevos y variados iniciativas que intentan adaptar la producción a los nuevos patrones de consumo de información.
- El dato espacial es objeto de inversión económica
- La distribución de los costes productivos
- El valor sustituye al precio
- La amortización del dato espacial
- El encapsulamiento del beneficio de los datos espaciales
- El rendimiento de las geocomunidades de datos espaciales
- Algunas lecturas recomendadas
El dato espacial es objeto de inversión económica
La nueva economía del dato espacial se caracteriza porque el objeto de consumo es una mercancía de información, cuya generación y mantenimiento implica una inversión económica. En este marco conceptual el valor económico de los datos se puede analizar la inversión mediante las métricas clásicas de evaluación económica de proyectos que consideran los costes y los beneficios.
En cuanto a los costes, las fases de recopilación y de mantenimiento tienen unos costes fijos altos. En cambio, las fases de reproducción y difusión avanzan hacia un coste marginal nulo. Por lo que respecta a los beneficios, estos van aumentando según se van refinando los datos y se transforman en información y conocimiento. El dato tiene un ciclo de vida y progresivamente disminuye su valor en el tiempo según se desactualiza hasta que vuelve a repuntar su valor como dato histórico o perteneciente a una serie temporal.
La distribución de los costes productivos

La accesibilidad y los requerimientos normativos han hecho que el dato espacial sea producido por quien está más próximo al dato. El principio de cercanía productiva no sólo es aplicable desde la competencia jurídica, también lo es geográficamente, especialmente en las labores realizadas por los neogeógrafos.
La aplicación del principio de cercanía productiva implica una fragmentación y atomización de la producción de los datos y, por consiguiente, una disminución de los costes por actor. El reparto en las tareas de producción es la base de la racionalización en la asignación de los recursos. Sin embargo, las consecuencias no son sólo económicas ya que hay otros efectos como la reducción del Gap-GIS que se produce al intervenir un mayor número de actores, y la creación de múltiples geocomunidades que gestionan la producción y el consumo. La desventaja de la división de la producción es que puede provocar a corto plazo un desabastecimiento en el mercado. La ausencia de datos deriva en muchas ocasiones de la siempre difícil tarea de implantar y mantener operativa una geocomunidad.
El valor sustituye al precio
La economía del dato espacial plantea una ruptura con la economía tradicional de la información geográfica, debido a que el valor de uso e intercambio se convierten en protagonistas, en detrimento del valor de mercado. Las características del dato espacial en Internet, han propiciado la reutilización del dato espacial y son la causa de los menores costes marginales.
Las consecuencias económicas del cambio de modelo de producción y consumo son profundas y plantean una crisis a los modelos de negocio tradicionales basados en la idea de vender la información o facturar por los servicios geoespaciales. Los modelos más afectados son los que necesitan de una gran cantidad de datos, lo cual es costoso y dificulta la aparición de una masa crítica de consumidores que la haga rentable. Además, actualmente en Internet, los consumidores han desarrollado hábitos de selección de contenidos gratuitos o que requieren un pago mínimo.
La amortización del dato espacial
La pugna por disponer de recursos económicos o rentabilizar inversiones, ya no se puede plantear exclusivamente en base a precios de mercado, sino de utilidades. No pedimos a la economía que trate de fijar el precio del producto; su nueva misión es cuantificar el éxito de implantar y mantener una geocomunidad que gestione datos espaciales, o valorar el fracaso que supone carecer de ella [1] . Esta misión es crucial porque la eficacia y eficiencia económica del dato espacial influyen en el grado en que los datos espaciales se pueden adquirir, utilizar y distribuir
La pregunta clave que nos planteamos es ¿cuánto cuesta tomar a tiempo buenas o malas decisiones? Para responder a esta cuestión comienzan a desarrollarse metodologías de evaluación que se centran en qué evaluar y cómo medir los beneficios, especialmente los denominados intangibles.
El encapsulamiento del beneficio de los datos espaciales
Habitualmente, en las evaluaciones económicas, el enfoque de proyecto de inversión es el más utilizado. Sin embargo, este marco tiene dificultades prácticas ya que el valor de uso y el valor de cambio están encapsulados en otros procesos productivos, muchas veces concatenados, lo que hace que el beneficio sea difícil de cuantificar, especialmente desde el momento en que hemos comenzado a producir ingentes cantidades de nuevos datos, que incorporan el atributo espacial proporcionado por la huella de todo tipo de actividades y dispositivos.
Para solventar la evaluación [2] plantean un modelo que tiene en cuenta todo el proceso que se gestiona con la ayuda de los datos espaciales. La hipótesis del modelo es que no se puede separar el dato del proceso en el que está inmerso. El encapsulamiento del dato permite que el rendimiento de una SDI se mida por la capacidad que tiene de trabajar con un proceso en el que existe una componente espacial. El valor también es función de la importancia que el fabricante, el legislador o la política conceden a la creación, a la disponibilidad y al acceso a estos datos para la democracia y la acción de gobierno [3].
El rendimiento de las geocomunidades de datos espaciales
Las geocomunidades son más que un proyecto de inversión, son una organización que tiene un funcionamiento continuado y en permanente evolución en el tiempo. Estas características obligan a concebir enfoques que se adapten más al rendimiento global de la geo-comunidad. En esta línea de trabajo [4] proponen una metodología de evaluación estructurada desde múltiples puntos de vista con indicadores de desempeño como herramienta para medir e informar de la actuación de una infraestructura de datos espaciales SDI.
Algunas lecturas recomendadas
El contenido de esta nota es parte del artículo la vía ecléctica de la producción y consumo de datos espaciales
[1] KURWAKUMIRE, E. (2014): «Towards a Public Sector GIS Evaluation Methodology». South African Journal of Geomatics, 3(1): 33-52
[2] DESSERS, E.; CROMPVOETS, J.; VANDENBROUCKE, D.; VANCAUWENBERGHE, G.; JANSSEN, K.; VANHAVERBEKE, L. y HOOTEGEM, G. V. (2012): «A Multidisciplinary Research Framework for Analysing the Spatial Enablement of Public Sector Processes». International Journal of Spatial Data Infrastructures Research (7): 125-150.
[3] JANSSEN, K. (2011): «A legal approach to assessing Spatial Data Infrastructures» en A Multiview framework to assess spatial data infraestructures (CROMPVOETS, J.; RAJABIFARD, A.; VAN LOENENYT, B. y DELGADO FERNÁNDEZ, T. dirs.). Melbourne, Australia Space for Geo-Information (RGI), Wageningen, University and Centre for SDIs and Land Administration y Department of Geomatics, The University of Melbourn, Chapter 13, 255-272.
[4] GIFF, G. A. y CROMPVOETS, J. (2008): «Performance indicators a tool to support spatial data infrastructure assessment». Computers, Environment and Urban Systems, 32(5): 365-376.